
Aitor Fresnedo Rotaeche
(Caracas, 1941 - Bilbao 2013). Hijo de Vascos exiliados en Venezuela en el año 1939, regresa con su madre y hermanos a Bilbao con apenas doce años quedando su padre, capitán de marina mercante, trabajando en el Mar Caribe como capitán del Mar de Vizcaya.
Desde su niñez, muestra un especial interés por las artes plásticas, haciendo gala de su maestrÃa con las acuarelas y óleos. Sin embargo, la repentina muerte de su padre en Caracas ocurrida un dÃa antes del trágico fallecimiento de su hermano mayor en el internado de los jesuitas en Tudela, marcan su juventud y le hacen abandonar paulatinamente todo deseo de dibujar.
Son contadas las ocasiones que a partir de entonces Aitor Fresnedo encontrará para volver a las acuarelas y retomar la afición por la pintura. A sus cincuenta años, y tras iniciar un largo proceso degenerativo fruto de un cáncer de pulmón en el año 1998, que van paulatinamente deteriorando su salud y apartándole de la vida laboral, la pintura se convierte en su vÃa de escape, lo que da lugar a una colección de 30 cuadros entre los años 1998 y 2013.
Toda su obra se basa en la aplicación de diferentes tintes y barnices sobre madera, con motivos navales, pueblos de interior y costeros, y el recuerdo de un pasado industrial muy lustroso.
En el año 2003, tras haber completado veinte de los treinta motivos, realiza una primera exposición en el Hotel Indautxu de la capital Vizcaina, dónde trece de los mismos son adquiridos por los visitantes.
A partir de dicho año, el agravamiento de su estado hace que su dedicación a la pintura poco a poco vaya disminuyendo, por lo que tardará diez años más en acabar los restantes.
El autor fallece el 21 de enero de 2013, dejando tras de si un legado relevante sobre la vida y cotidianidad en Euskalerria.